De acuerdo con lo anterior, al análisis neuropsicológico no estudia de manera aislada los problemas de aprendizaje, sino que busca y establece, a través de una evaluación detallada, su causa en cada caso particular y de qué manera afecta la actividad del niño. En otras palabras, dicho análisis permite sistematizar las observaciones relacionadas con los errores y las dificultades de los niños, lo cual ahorra tiempo en su análisis, debido a que no considera el lenguaje, la memoria, la atención, la escritura, etc., de manera separada. Así, los diversos síntomas se comprenden como una manifestación del trabajo deficiente de uno o varios componentes de los sistemas funcionales correspondientes.
Al detectar fortalezas y debilidades, el trabajo de corrección neuropsicológica incluye la formación y el desarrollo, no de funciones aisladas (memoria, lenguaje), sino de núcleos de acciones escolares cuyos sistemas funcionales se basan en el trabajo del mismo eslabón deficiente, entre otros; de ahí la importancia de que el maestro acceda a este conocimiento, lo cual implica incorporar los conocimientos de la neuropsicología infantil a la formación de los educadores y, en el futuro, la inclusión de neuropsicólogos como parte de la planta de especialistas en jardines de niños y en escuelas primarias.
La neuropsicología no sólo puede identificar y solucionar problemas escolares, lo más importante es que también puede ayudar a prevenirlos.
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