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0CTUBRE DE 2007
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RAFAEL J. SALÍN PASCUAL
MIEDO AL RIDÍCULO Y ANSIEDAD SOCIAL
La autodetección
Los humanos navegamos en nuestro ambiente social mediante una serie de mecanismos que pueden ser conceptualizados, en el lenguaje de las computadoras, como procesamiento en línea. En esta perspectiva, las personas deben aprender a detectar estímulos particulares en el ambiente social e interpretar o asociar en un sentido y en el contexto aprendido, independientemente de que se trate de aspectos biológicos, sociales o psicológicos.6

La importancia de entender este tipo de procesamiento queda de manifiesto en condiciones como la fobia o ansiedad social, pues la persona que la padece sufre una distorsión negativa hacia sí mismo con respecto a la opinión que los demás tienen sobre ella. Hay evidencias de una actividad excesiva en los sistemas que operan en nuestro cerebro durante las condiciones de estrés: hipotálamo-pituitaria- suprarrenales.

Las sociedades humanas modernas, no se pueden dar el lujo de tener miembros periféricos, porque estos van a lastrar el avance del conjunto. Las consecuencias que a largo plazo se observan como consecuencia de este padecimiento son la sedimentación social o descenso de nivel socio económico, bajo nivel escolar, comorbilidad con depresión mayor y uso de sustancias estimulantes del sistema nervioso (alcohol, mariguana, cocaína, anfetaminas...)

Hoy en día se realiza un tratamiento farmacológico con medicamentos antidepresivos inhibidores de recaptura de serotonina, acompañado de una serie de ejercicios conductuales, a partir de los cuales el paciente va a desarrollar circuitos cerebrales que posibiliten la comunicación más fluida con sus congéneres; es un tratamiento confiable y eficiente.

Uno de los grandes problemas de esta enfermedad es que quien la sufre no buscar tratamiento porque el miedo al ridículo se lo impide, por tal motivo, se propone la auto detección, con cuestionarios como el de Liewowitz (tabla 2). Las consecuencias de no enfrentar el problema y no tratarse son la cronicidad y el deterioro gradual de las estrategias de comunicacion social, es decir, el ostracismo.
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