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Los microorganismos han habitado la Tierra miles de millones de años, lo que les ha permitido desarrollar una amplia diversidad y complejidad metabólica, así como adaptarse y poblar todos los hábitats existentes. |
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Los microorganismos forman parte del origen y evolución de la vida en la Tierra; son los primeros habitantes de nuestro planeta y su antigüedad puede ser ubicada entre 3.5 y 4 mil millones de años. Desde sus orígenes, el hombre ha utilizado los microorganismos en múltiples formas, reconociendo que algunos son de gran beneficio para su alimentación, salud y ambiente, y otros pueden causarle graves daños como consecuencia del mal manejo y desequilibrio de las comunidades microbianas y de los ecosistemas de los cuales forman parte. Por ello, los microorganismos deben conservarse como un vital recurso biológico y genético.
Los fósiles pancrónicos* denominados estromatolitos* son estructuras resultantes de la actividad de comunidades microbianas antiguas y actuales, y también son la evidencia de vida más antigua conocida en la Tierra. En México, encontramos estromatolitos en Cuatro Ciénegas, Coahuila, y en la Laguna de Alchichica, Puebla.
Los miles de millones de años que los microorganismos tienen habitando la Tierra les han permitido desarrollar una amplia diversidad y complejidad metabólica, así como adaptarse y poblar todos los hábitats existentes, incluso aquellos con condiciones extremas como los tubos de lava, las zonas desérticas y el Antártico. La actividad metabólica de los primeros microorganismos fue determinante en las transformaciones y procesos evolutivos físicos y biológicos de la Tierra. |