Ciencia y Desarrollo
Julio-agosto 2011 Inicio Ligas de interés Artículos de interés Suscripciones
Cada mes
Editorial
Ciencia en México
Ciencia en el mundo
Entrevista
La ciencia y sus rivales
Tecnoinformación
Centros Conacyt
Actualidades
Reportaje
Testigos de una historia
Productos de la ciencia
Reseñas
Portada
Julio-agosto 2011
Hélix
Editorial

 

Ciencia en las flores

Existe una planta originaria de nuestro país, conocida también como la flor de México. Dahlia coccínea es la especie progenitora de las actuales dalias cultivadas.
Nos sorprenden con su belleza, sus formas, su aroma y su colorido. Adornan con su existencia cualquier espacio y representan inspiración indefectible para el arte y el romance. También las flores son fuente de alimento, así como un recurso importante para la creación de diversos medicamentos. Gracias a ellas se pueden reproducir las plantas fanerógamas, por ejemplo. Su infinidad de cualidades nos inspiró a dedicarles la sección principal de este ejemplar de Ciencia y Desarrollo, especialmente a algunas de las flores mexicanas que son estudiadas por nuestros científicos.

La zona que produce mayor cantidad de miel en nuestro país es la Península de Yucatán. Existen en ella más de 900 especies de plantas melíferas, es decir, que proporcionan a las abejas el néctar para elaborar y procesar sus productos. La supervivencia de estas especies de plantas, así como la recuperación o estabilización de ecosistemas dañados en la península, dependen de la conservación de las abejas, encargadas del proceso de polinización.

Girasol, flor de calabaza, huauzontle, amaranto… Desde épocas precolombinas, en México se utiliza una diversa gama de flores para consumo humano. Las empleamos para condimentar platillos, o como el ingrediente principal de éstos. Las flores comestibles se consideran verduras o quelites. Científicos mexicanos nos hablan de las especies que existen en las zonas más secas del país, y nos invitan a consumirlas para ser testigos de la riqueza cultural y biológica de la que disponemos.

Ubicada entre el estado de Chiapas y Guatemala, la Selva Lacandona se caracteriza por albergar una enorme biodiversidad. La selva ha dado nombre y cobijo a una planta con flor, cuyo aspecto semeja al de un hongo: la Lacandonia schismatica. La particularidad de sus diminutas flores hermafroditas es que la posición de sus órganos sexuales está invertida. Nuestro mayor reto será preservar este ecosistema, para que no queden sin respuesta los misterios que aún desconocemos de la Lacandonia y de tantas otras especies que habitan la región.

Existe una planta originaria de nuestro país, conocida también como la flor de México. Dahlia coccínea es la especie progenitora de las actuales dalias cultivadas.

Algunas especies populares entre los mexicanos son: el girasol, la flor de muerto, la margarita y el crisantemo. Además de sus usos para ornato, la dalia tiene propiedades medicinales, incluso, sus raíces son comestibles. Le invitamos a conocer más sobre la flor que, en 1963, fue declarada símbolo de la floricultura nacional.

Como complemento hemos incluido en este número un texto dedicado a la utilidad de las células madre dentales, y otro más enfocado en el síndrome metabólico. Esperamos que lo disfrute.

Ediciones anteriores Para publicar