Aunque está establecido que la mutación del gen de la huntingtina es causante de la enfermedad de Huntington, aún se desconoce el mecanismo preciso por medio del cual actúa, por lo que la investigación continúa. Esta situación pone en evidencia la complejidad de las funciones de nuestro organismo y, particularmente, del cerebro. Además, nos permite aceptar que, en pleno siglo XXI, no es suficiente conocer el origen genético de una enfermedad para entenderla y tratarla; en cambio, nos muestra que es un factor muy importante, pero tan sólo una pieza más en el rompecabezas de la vida.