De tan sólo 8 años, cuando George Huntington solía acompañar a su padre durante las visitas que éste hacía a sus pacientes, fue testigo de un acontecimiento que le marcaría para siempre: dos mujeres doblándose, retorciéndose, enrollándose y haciendo muecas aterradoras. Este recuerdo permanecería en su memoria, y años más tarde, siendo médico, lo registraría como
su primer caso relacionado con ese extraño padecimiento.
En 1872, cuando dio a conocer a la comunidad médica la descripción de la enfermedad, destacó tres características:
--» Se trataba de una enfermedad de origen hereditario: “cuando uno de los padres manifestaba los síntomas, uno o más de los descendientes, de manera inevitable, sufría la condición”.
--» Quienes la padecían presentaban tendencias suicidas y de demencia: “la mente y el cuerpo se iban debilitando en una forma gradual hasta que la muerte llegaba, liberándolos finalmente del sufrimiento”.
--» La enfermedad se manifestaba siendo adulto y la condición se agravaba con la edad: “los movimientos incrementaban gradualmente hasta que los músculos, que en el principio no se observaban afectados, terminaban participando también de los movimientos espasmódicos”.
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Ese trabajo fue su única publicación científica, pero permitió que su apellido fuera asociado con la enfermedad, por eso hasta nuestros días se conoce como
enfermedad de Hungtinton.