Está constituido por las formas de vida más primitivas que aparecieron en la Tierra hace miles de millones de años. La mayor parte son anaerobias,
7 habitan en ambientes tales como el hielo antártico, agua hirviente, agua ácida, lagos muy salados y fisuras volcánicas que despiden azufre. Esos tipos de arqueas se denominan extremófilos; es decir, criaturas que habitan en condiciones extremas.
Arqueas que viven a temperaturas superiores a 100 ºC han sido descubiertas; en contraste, ningún eucarionte conocido puede sobrevivir a 60 ºC. Otras arqueas se han encontrado en lagos del Antártico en superficies permanentemente congeladas.
Hay tres tipos principales de Arqueas: las crenarqueotas, caracterizadas por su habilidad para tolerar los extremos de temperatura y acidez; las euriarqueotas que incluyen las productoras de metano y las amantes de la sal; las corarqueotas, un grupo acerca del cual se conoce muy poco. Dentro de esos tipos principales hay algunos subtipos:
Metanógenas: arqueas que producen metano como un producto de desecho de su digestión o proceso de elaboración de energía. En este grupo se encuentran
Metanobrevibacter rumiantium,
Metanobacterium y
Metanospirillum.
Halófilas, las que viven en ambientes salados, como los géneros
Halobacterium Halococcus y
Haloferax.
Termófilas, que viven en temperaturas extremadamente
altas.
Pyrodictium,
Metanothermus,
Thermotoga y
Metanopyrus.
Sicrófilas: viven en temperaturas muy bajas.