Las estrategias que mejor cumplieron con su cometido fueron las del grupo III (brindar una ayuda eventual) y del IV (impartir una reinstrucción intensiva). Lo que se observa con la estrategia III, amerita un análisis particular. Si bien, se logró una gran mejoría con respecto a lo que ocurrió con los tratamientosi (el control) y el II (dando una información escueta a los alumnos), no representa propiamente el haber incentivado con ello la estructuración del aprendizaje pretendido; se les puso más fácil, pero de todas maneras, este grupo reprobó.
Sin los paréntesis, su calificación seguramente sería parecida a la que obtuvieron los grupos I y II (cero o casi cero). En el segundo, sólo dos estudiantes acertaron, y constatamos por interrogatorio realizado después, que el recordatorio sí les ayudó y que posiblemente era un aprendizaje nuevo para ellos.
En definitiva, el sólo brindar ayuda eventual no es una estrategia de remediación apropiada, dado que propicia un engaño y la autocomplacencia docente. La única estrategia que mostró consistencia y éxito fue la reinstrucción intensiva –aclarando que durante su realización, no se practicaron mecanizaciones con polinomios–. Fue una exposición, en la que se hizo participar a los alumnos con orientación descriptiva, recreativa y buscando conexiones entre el español y las matemáticas.
Nótese que este grupo no fue el más brillante en la compraventa de estanquillo. Es notorio que el grupo IV, el cual consiguió el mayor adelanto en la solución del polinomio, no fue el grupo que obtuvo la mejor calificación en el cuestionario matemático contextual. |
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