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Abril 2011
Hélix
Tecnoinformación

FONDO DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN PARA LA INDUSTRIA*

PERCEPCIÓN REMOTA Y SOCIEDAD
Una visión espacial de la Tierra

Tecnoinformación

La percepción remota se refiere a la utilización de instrumentos geomáticos (elementos geográficos vistos desde una perspectiva informática) y servicios de información geo-espacial para el monitoreo de cualquier territorio, con el fin de prevenir desastres naturales (además de huracanes, sismos, inundaciones…), perfeccionar el aprovechamiento de los recursos (en agricultura y pesca, por ejemplo) y mejorar los servicios turísticos.

A lo largo de los siglos, los mapas han evolucionado desde los rudimentarios planos hechos a mano, mediante el cálculo visual (barcos que rodeaban las costas), hasta los construidos con base en imágenes de satélite y los ya generados automáticamente con esas imágenes.

En la actualidad, el mapa no ha perdido su vigencia, pero lo que hoy entendemos como tal ha cambiado radicalmente. En efecto, las técnicas modernas de cartografía echan mano de las imágenes obtenidas a distancia, en el espacio, es decir, las imágenes de satélite. Además de la determinación exacta de las dimensiones de los espacios, las imágenes de satélite nos ayudan a reconocer los recursos de cada zona, así como sus condiciones específicas y los cambios que va sufriendo como consecuencia de la intervención del hombre o de desastres naturales.

En el presente, los servicios de información geoespacial permiten hacer mediciones más precisas e interpretaciones más profundas sobre lo que ocurre en nuestro planeta; dicha herramienta nos da la posibilidad de ubicarnos con gran rapidez y alta precisión en un terreno determinado, en cualquier parte del mundo, observar el paisaje geográfico desde satélites artificiales, caracterizar zonas geográficas en cuestión de minutos, generar mapas a la medida de necesidades específicas y aplicar modelos de simulación de eventos como un huracán o un terremoto, sin duda, representan una poderosa ayuda para la caracterización geográfica y su recuperación en mapas; estos servicios constituyen lo que llamamos percepción remota.

La percepción remota se refiere a la utilización de instrumentos geomáticos (elementos geográficos vistos desde una perspectiva informática) y servicios de información geo-espacial para el monitoreo de cualquier territorio, con el fin de prevenir desastres naturales (además de huracanes, sismos, inundaciones…), perfeccionar el aprovechamiento de los recursos (en agricultura y pesca, por ejemplo) y mejorar los servicios turísticos.

Pero el concepto no es tan nuevo; tiene una historia de casi dos décadas, y de ella forman parte fundamental las imágenes obtenidas por satélite, apoyadas por técnicas de sensores. La medición del tiempo y el espacio –en relación con los fenómenos naturales– que es posible lograr con esta herramienta nos permite, por ejemplo, una mejor comprensión de ellos.

Estas imágenes están apoyadas por los diversos datos socioeconómicos que las complementan para ofrecer una visión más completa del espacio terrestre, los cuales pueden ser: el crecimiento de la población, las tendencias de mercado, la disponibilidad de alimentos, la salud y la nutrición, la agricultura y la industria. Juntos, imágenes y datos, forman una poderosa fuente de información en lo que a geografía de una zona se refiere; con ella se busca brindar información efectiva relacionada con el riesgo y la vulnerabilidad climática o económica a los agentes e instituciones que atienden dicha problemática, así como al turismo, desde una perspectiva territorial.

Las herramientas disponibles en el campo de la percepción remota de la Tierra presentan una extensa gama de posibilidades. Bajo una adecuada articulación, estas herramientas permiten:

» Identificar las tendencias climáticas y localizar las zonas vulnerables a desastres.

» Evaluar la vulnerabilidad de cada zona y predecir escenarios posibles.

» Generar metodologías más avanzadas, vinculadas con la percepción remota, y datos auxiliares para construir mapas que posibiliten un análisis más rápido y eficaz de revisión, además de la entrega de datos al usuario final.

» Desarrollar mapas de riesgo que optimicen la respuesta en caso de un desastre, así como la expedición de información de alerta.

Las imágenes a distancia incluyen la medición de las superficies terrestre, marítima y atmosférica, lo cual implica una descripción exacta de las condiciones para su aprovechamiento económico (cultivos y pesca, además de las condiciones climáticas propicias para ellas), una medición precisa de los fenómenos naturales con la posibilidad de predecirlos, mapas de desastre que localizan con precisión las zonas más afectadas (como el alcance de un incendio forestal), etc.

Conviene hacer notar lo complicado que resulta medir un fenómeno natural sólo desde su perspectiva terrestre, es por eso que las imágenes a distancia ofrecen una poderosa herramienta de apoyo para evaluarlos desde distintos puntos de vista: duración, magnitud, alcance, desastre y zonas afectadas.

Sin embargo, como expresamos anteriormente, estas imágenes tienen una utilidad muy limitada, si no las combinamos con otro tipo de información; así pues, la medición de la vulnerabilidad mediante herramientas geo-espaciales debe tomar en cuenta las características de los asentamientos humanos. Entre ellas, el espacio geográfico plenamente humanizado (como una ciudad), el nivel educativo de cada zona e, incluso, rasgos culturales; datos que no pueden obtenerse vía satélite, y entonces es indispensable articular, en la misma base de datos, tanto las imágenes de la Tierra como los datos de tipo estadístico relacionados, por ejemplo, con censos o conteos de población para presentarlos, de preferencia, en el mismo mapa.

 
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