El potencial productivo puede definirse como la capacidad productiva de una especie vegetal en un sitio geográfico determinado, donde la planta puede aprovechar al máximo todos los factores ambientales disponibles para promover su desarrollo y rendimiento. En el caso del orégano, el rendimiento se refiere a la producción máxima de fitomasa o follaje obtenido, ya sea en condiciones naturales o mediante prácticas agronómicas que permitan incrementar su potencial.
En el sureste del estado de Coahuila se realizaron estudios para diferenciar áreas con distintos tipos de potencial productivo por municipio, considerando aspectos morfológicos de la planta (altura, cobertura del arbusto y rendimiento), características del medio físico (altitud sobre el nivel
del mar, temperatura, textura del suelo, pendiente, orientación de la pendiente y vegetación asociada, entre otros). Así, mediante la integración de una base de datos en el Sistema de Información Geográfica Ambiental para el Manejo por Microcuencas (SIGAMM), se observaron los siguientes tipos de ambientes: Áreas con potencial productivo alto: superficies con vocación forestal con características agroecológicas que favorecen tanto el desarrollo como el rendimiento del Lippia graveolens H.B.K. Estos sitios se localizaron en Parras de la fuente y Ramos Arizpe y abarcan 89% de la superficie.
Áreas con potencial productivo medio: superficies con vocación forestal donde puede incrementarse el potencial productivo del recurso. Algunos sitios se ubicaron en Parras de la Fuente y, preferentemente, en General Cepeda, donde ocupan 50 % de la superficie
(figura 2).
Ambos tipos de potencial ocupan una superficie de 370 mil hectáreas, en las que puede incrementarse el potencial productivo del recurso si se promueve un manejo silvícola de las áreas de aprovechamiento y se fomenta la sustentabilidad del mismo con programas de reforestación. |