Justo Sierra
Quizá la obra más bella y perdurable de las que se escribieron en aquella época fue
Juárez: su obra y su tiempo, del erudito poeta e historiador Justo Sierra, quien se dedicó a redactarla hacia 1905. Con la gracia estilística de un poeta y la penetración de un novelista, Sierra sigue la vida, la trayectoria pública y el difícil entorno histórico de Juárez, un hombre que se impone a todas las vicisitudes para realizar su destino: llevar a México a un estadio evolutivo superior de civilización.
A diferencia de Bulnes, Sierra defendió la permanencia en el poder de Juárez: “El programa que se había trazado Juárez desde el primer momento de la Intervención, se cumplió entero, y, en sus manos, la espada de la victoria se tornó en la espada de la Justicia. La República vencedora lo aprobó y sancionó con su voto, como en la República combatiente, en lo más tremendo de la lucha, había aprobado su resolución de permanecer en el poder, es decir, en el peligro, pero en la intransigencia y en la firmeza férrea ante el enemigo”.
Desde la perspectiva de White, podríamos identificar el entramado narrativo de Sierra con el de un romance, pues en éste el héroe supera los problemas que acompañan su paso por el mundo doloroso e injusto y alcanza la redención: el bien triunfa sobre el mal, la virtud sobre el vicio, la luz sobre las tinieblas.
Pedro Pruneda
Francisco de Paula Arrangoiz
Francisco Bulnes