Hacia 1904, Francisco Bulnes, un destacado intelectual y político del porfiriato, publicó su obra El verdadero Juárez, en la cual se propuso desmitificar la figura del gran estadista mexicano. Con ese fin, Bulnes hacía un análisis sumamente crítico de los errores de Juárez en su política exterior y sus deficiencias como organizador de la defensa del país. Lejos de entender la impasibilidad de Juárez como una virtud, Bulnes vio en ella una deficiencia de carácter al afirmar, por ejemplo, que su aspecto físico y moral “no era el del apóstol, ni el del mártir, ni el de hombre de Estado, sino el de una divinidad de teocali, impasible sobre la húmeda y rojiza piedra de los sacrificios”.

Bulnes encuentra una serie de contradicciones y absurdos en el gobierno de Juárez, como la excesiva concentración de poder en su persona y sus reelecciones, hechos que se oponían a la naturaleza de un régimen democrático. Quizá con la intención velada de hacer una crítica al poder de Porfirio Díaz, Bulnes escribió: “No es cierto lo que nos dice Don José María Iglesias, que Juárez fue inquebrantable en sus principios. Si era demócrata, no debió nunca hacer elecciones oficiales para reemplazar la voluntad de un pueblo que lo rechazaba o que le era indiferente”.

En esta actitud desmitificante, en la cual muestra el sentido irónico con el que el historiador contempla el mundo y los sucesos del pasado, encontramos un entramado del relato histórico a modo de SÁTIRA. En éste, según White, la existencia humana es interpretada de una forma irónica, a partir de la conciencia de la imposibilidad de vivir feliz en el mundo o de poder comprenderlo plenamente. En otras palabras, las cosas no son como las creíamos o como parecían ser. La provocadora obra de este autor tuvo la virtud de desatar un tropel de libros que buscaban refutar a aquél y reivindicar las extraordinarias virtudes de Juárez.

Pedro Pruneda
Francisco de Paula Arrangoiz
Justo Sierra