¿Son los diamantes para toda la vida? En lo relativo a sus propiedades físicas no cabe especulación alguna, pues reconocemos que son muy resistentes, pueden soportar una mezcla de ácido sulfúrico y ácido nítrico sin disolverse, no obstante, químicamente son vulnerables; si realmente quisiéramos destruir un diamante, tendríamos que calentarlo al aire libre a una temperatura de 1500 ºC –la misma a la que hierve el hierro–; lo interesante es que no habría pruebas de tal fechoría, puesto que no es posible obtener un diamante quemado o algo así, esto se debe a que los átomos de carbono que constituyen al diamante se combinarían con el oxígeno para formar una nube de bióxido de carbono que se incorporaría rápidamente a la atmósfera, por lo que el diamante… desaparecería ante nuestra vista.
En síntesis, las propiedades tanto físicas como químicas hacen del diamante un material único y muy apreciado, valor relacionado con la versatilidad de los usos y aplicaciones que los seres humanos le otorgamos. Como aislante eléctrico, conductor térmico, abrasivo utilizado en la industria o, simplemente como una hermosa joya para lucir, el diamante es, sin lugar a dudas y pese a su vulnerabilidad, una gema para siempre. |
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