La evidencia acumulada por varios estudios ha permitido establecer que los problemas de pérdidas se inician en el campo y continúan durante el traslado a las áreas de almacenamiento. Los estudios realizados por el
Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en México, durante casi una década, han permitido generar mapas generales de pérdidas poscosecha y mapas de alta resolución para regiones específicas del país.
* Se ha establecido que las mayores pérdidas en poscosecha oscilan entre 20 y 40% para las regiones tropicales, mientras que en zonas subtropicales las pérdidas alcanzan valores entre 10 y 20%, en contraste con las regiones secas donde alcanza hasta 10%
(figura 2).
Por ejemplo, en el Estado de México, durante 2006, se produjeron 1.8 millones de toneladas de maíz, de las cuales, en promedio, se perdió 10.5% debido a plagas de almacén, esto equivale a 192 mil toneladas. Si calculamos las pérdidas a partir este dato conservador y consideramos la producción durante ese año en México, obtendremos una merma de 2.3 millones de toneladas. Adicionalmente, estos estudios también permitieron constatar que el gorgojo del maíz,
Sitophilus zeamais, el barrenador grande del grano,
Prostephanus truncatus y la palomilla dorada,
Sitotroga Cerealella son las principales plagas primarias asociadas con estas pérdidas. Tales daños se identifican con aquellos insectos que atacan el grano completo sin previo daño, sus fuentes alimenticias son pocas y mueren cuando la población de insectos alcanza niveles elevados. Por ejemplo, considerando los diferentes hábitats de estos insectos, el gorgojo del maíz produce pérdidas en zonas tropicales entre 20 y 40%, mientras que el barrenador grande del grano origina entre 10 y 20% para ambientes subtropicales y valles altos; en tanto que la palomilla dorada genera pérdidas entre 10 y 20% para ambientes secos.