Este principio señala que en toda investigación relacionada con el funcionamiento de la realidad nunca deben multiplicarse innecesariamente
las premisas o supuestos, lo cual puede traducirse a una versión más práctica: ante toda investigación de algún misterio, es probable que la solución menos complicada sea la correcta.
Por ello es curioso ver cómo algunas personas en los medios de comunicación
hacen lo contrario y optan por proponer la explicación más abstrusa a incógnitas muy simples. Un ejemplo de ello: todo empezó cuando en el mitin de campaña de una candidata a gobernadora, efectuado en julio pasado, en el Estado de México, se hicieron unas grabaciones de video destinadas a algunos noticieros televisivos, las cuales al ser exhibidas mostraron la presencia
de unos cuerpos voladores extraños delante de los oradores. Estaba claro que dichas anomalías no eran visibles en el momento en que se realizó la grabación.