CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN MATERIALES AVANZADOS, S. C. (CIMAV)

Frecuentemente se anuncia un nuevo modelo de automóvil que funciona mediante celdas de combustible a base de hidrógeno. El futuro de esta opción energética para el planeta es prometedor porque las celdas de combustible han hecho entrever la posibilidad de duplicar la eficiencia de la máquina de combustión interna y la reducción significativa de los niveles de contaminación del aire.

Al mismo tiempo, siguen surgiendo nuevas historias que se suman a las ya abundantes referentes a la quema de combustibles fósiles asociada con el petróleo y el daño a nuestra salud, nuestros ecosistemas y en general a nuestro planeta. Al uso indiscriminado de combustibles fósiles (petróleo) se culpa, entre otros hechos, por los derrames de petróleo en el mar, pasando por los niveles de alerta de ozono en las grandes urbes (Ciudad de México) y la contaminación del aire, hasta el calentamiento y drásticos cambios climáticos globales (sequías, inundaciones, etc.) debidos a la descarga indiscriminada de CO2. Además, existe el problema de la dependencia, poco saludable para nuestra economía, de los costos del barril de petróleo en el ámbito mundial.

 

|Encuentre la información completa en la versión impresa de Ciencia y Desarrollo, enero de 2006|