Las condiciones sociales, económicas y culturales están relacionadas con esta parasitosis, ya que en cada uno de los momentos del ciclo de vida del parásito existen actividades humanas involucradas en su reproducción.
La defecación humana al aire libre y/o la inadecuada eliminación de excretas es la primera práctica de riesgo. Otro factor de riesgo es la crianza de los cerdos, que en muchas ocasiones se lleva a cabo al aire libre, por lo que éstos están en contacto, e incluso, se alimentan de excremento humano permitiendo así la infección del cerdo.
El consumo de la carne poco cocida o cruda es una práctica que contribuye a la infección, además de la falta de higiene personal (lavado de manos antes de comer y después de ir al baño), así como el consumo de agua sin hervir y la ingesta de alimentos sin lavar.
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