Las investigaciones actuales han confirmado que cada color integrante de la banda de luz visible posee diferentes longitudes de onda y, por ende, diferentes energías. Cuando la luz cubre una superficie, uno de dos fenómenos puede ocurrir:
3 la luz se refleja, o no se refleja y penetra en la materia. Así mismo, cabe la posibilidad de que la materia absorba la luz o la disperse por tanto, el color de un objeto dependerá de las longitudes de ondas que sea capaz de absorber y de aquellas que, al no ser absorbidas, se reflejen. Esto a su vez, dependerá de la estructura química y molecular del objeto en cuestión: por ejemplo, un objeto cuya estructura molecular sea capaz de absorber longitudes de onda entre 380 y 627 nm
(figura 3), pero no absorbe de 627 a 780 nm, reflejará el color rojo. Por otro lado, si absorbe toda la gama de la luz visible (380-780), excepto a longitudes de onda entre 495 y 566 nm, las cuales refleja, exhibirá el color verde. Un objeto de color blanco refleja (no absorbe) todas las ondas electromagnéticas del espectro visible mientras que su contraparte, el color negro, absorbe (no refleja) todo el espectro visible. De aquí se deriva la sensación de que vestir de negro origina más calor, puesto que absorbe toda la energía de la radiación blanca.