El fundamento científico está basado en años de investigaciones relacionadas con el efecto y comportamiento de la luz, lo que nos lleva a definir, en primera instancia, el fenómeno físico denominado onda electromagnética
(figura 1), la cual es la forma en que la radiación electromagnética se propaga o transmite a través del espacio. Es una perturbación de energía en la que coinciden un campo eléctrico y uno magnético que oscilan, cuyas magnitudes y direcciones obedecen a las ecuaciones del electromagnetismo conocidas como ecuaciones de Maxwell. Su principal diferencia con las ondas mecánicas (como el sonido) es que las ondas electromagnéticas no necesitan un medio material para trasladarse. Por otro lado, el espectro electromagnético comprende una diversa gama de ondas electromagnéticas que difieren en su longitud de onda (λ), distribución energética, frecuencia, amplitud, etcétera.
A medida que los científicos analizaban las implicaciones de las teorías propuestas por Newton, Maxwell y continuadores, en sus respectivas épocas, se llevaron a cabo experimentos que confirmaban la existencia de diversas regiones que cubren una amplia banda de frecuencias
(figura 2) en el espectro electromagnético, el cual se conforma, primeramente, por ondas de radio con mayor longitud de onda, baja frecuencia y baja energía; a continuación se encuentran las microondas, rayos infrarrojos, luz visible, ultravioleta, rayos x y, finalmente, rayos gamma, los cuales poseen menor longitud de onda, alta frecuencia y también se caracterizan por tener una alta energía. Todas las ondas electromagnéticas mencionadas tienen la misma velocidad c (velocidad de la luz) que es constante (300,000 km/s).