Lo que habitualmente denominamos luz (es decir, espectro visible) es tan sólo una estrecha gama del espectro electromagnético cuya longitud de onda está comprendida entre 380 y 780 nm, única región de la radiación electromagnética que puede ser percibida por el ojo humano. La atmósfera terrestre es capaz de bloquear aquella radiación cuya longitud de onda es muy pequeña y a la vez cargada de mucha energía, tal es el caso de los rayos X y gamma, también bloquea los rayos infrarrojo y ultravioleta; sin embargo, el espectro visible atraviesa sin problemas la capa atmosférica que cubre la superficie de la Tierra. Quizás ésta sea la causa por la cual los seres humanos han desarrollado sus propios instrumentos biológicos para percibir y analizar la radiación electromagnética de la luz visible a través de los ojos, evolucionando para recibir esta gama de longitud de onda. |
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