Las objetivos principales de la ingeniería son diseñar, construir y operar sistemas que realicen funciones para satisfacer necesidades muy diversas. Tanto el diseño como la operación de los sistemas consiste en escoger entre varias opciones la mejor, para lo cual es necesario poner a prueba su desempeño, y la forma de conocerlo más efectiva, económica y que requiere un menor esfuerzo es la MMC. Así, las operaciones básicas de la ingeniería se simplifican drásticamente cuando se cuenta con el auxilio de la MMC. Con los notables avances alcanzados en la MMC que ahora modela sistemas sumamente complejos, esta forma de proceder se aplica aún en los problemas más difíciles de la ingeniería. Ése es el motivo por el cual la MMC es hoy en día la columna vertebral de la ingeniería avanzada.
La crisis petrolera en la que se encuentra México es un ejemplo que ilustra bien la trascendencia de la MMC en la ingeniería avanzada. Aún los cálculos más conservadores indican que las reservas potenciales contenidas en los yacimientos mexicanos ya explotados, entre ellos el de Cantarel –e incluso aquellos que ya han terminado su vida útil–, constituyen en México un volumen superior al que se ha obtenido de ellos hasta ahora; pero su rescate depende de la aplicación de las técnicas de explotación secundaria y mejorada de los yacimientos petroleros. No obstante, de acuerdo con los tratados especializados, la MMC –en cuyo desarrollo México se ha rezagado– es la herramienta fundamental para dominar las técnicas de la explotación secundaria y mejorada. Esto pone en evidencia, una vez más, que la MMC debe ser un área prioritaria en el desarrollo científico y tecnológico de México. |
 |