Las anécdotas de personas que antes de morir se desdoblaron y pudieron ver su cuerpo desde las alturas son narradas por aquéllos pocos a quienes se logró resucitar. También, hace unos años, un escritor inglés que se hacía pasar por monje budista, Lobsang Rampa –en el libro El tercer ojo– narraba una experiencia similar: separase del cuerpo en un estado especial de meditación, al cual quedaba unido mediante un cordón de plata.
El estudio de este tipo de situaciones que lindan con lo parapsicológico1 o mágico, ha resultado ser una experiencia fascinante dentro del terreno de las neurociencias cognitivas,2 al mismo tiempo que ha aportado mayor entendimiento a una serie de fenómenos atribuidos a experiencias místicas o religiosas.
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