En México, los bosques y selvas están siendo objeto de una intensa deforestación, con la apertura de nuevas zonas para la agricultura, ganadería y grandes proyectos inmobiliarios o turísticos, cuya urbaabejas nización es acelerada, lo cual destruye los sitios de anidación y alimentación de muchas abejas nativas. Otra amenaza está presente a través del uso de insecticidas –muchos de ellos ya prohibidos en otros países–, que se usan de manera intensiva y casi siempre sin control.
En Europa y Estados Unidos, se ha visto que la excesiva aplicación de pesticidas y la deforestación asociada a los grandes monocultivos ha causado la desaparición de sus especies nativas de abejas, ocasionando una crisis por falta de polinizadores, a tal grado que en casos extremos se ven en la necesidad de polinizar los cultivos a mano, incrementando así los costos y reduciendo la eficiencia en la producción de frutos.
En México, se ha estimado que, al menos 85% de los cultivos que la población utiliza para su alimentación o con algún otro propósito, requieren ser polinizados para su adecuada productividad, aunque lamentablemente, no se ha medido el efecto que la deforestación extensiva y la urbanización han tenido sobre las poblaciones de abejas nativas y, en consecuencia, sobre la producción agrícola. Sin embargo, varias especies de abejas ya se reportan en riesgo de desaparición, como ocurre con Melipona beecheii M. yucatanica y Bombus medius. |
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