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CIENCIA Y DESARROLLO, MARZO DE 2009

Editorial

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA GARCÍA

LA NUEVA ECONOMÍA

Lo que se ha llamado la economía del conocimiento tiene como componente básico el diseño de una estrategia de política pública que basa su instrumentación en programas de apoyo a la innovación de las empresas, es decir, actividades de inversión científico-tecnológico, organizativo, financiero y comercial que generan nuevos negocios de gran valor agregado y alta competitividad y productividad.

Competir con el conocimiento se ha convertido en una herramienta fundamental para la mejora de procesos, la creación de nuevos productos o materiales, pero sobre todo, para generar empleos y un círculo virtuoso de ingreso-productividad y crecimiento económico y social. México no ha se ha quedado al margen de esta tendencia global y ha diseñado, desde hace algunos años, diferentes programas de gobierno orientados a apoyar a las empresas con recursos públicos para que hagan de la innovación tecnológica un instrumento cotidiano, desde estímulos fiscales, apoyos directos a la investigación y proyectos en fase precomercial.

En este número de Ciencia y Desarrollo presentamos varios casos de éxito en biotecnología, salud y tecnologías de información derivados de estas acciones de fomento a la innovación que nos indican que el país va en el camino correcto.

Llegar a esta etapa no ha sido un proceso fácil porque no siempre se encuentra un nivel de vinculación adecuado entre academia, industria y gobierno. El reto de los próximos años es que esta triple alianza se fortalezca para que la innovación generada sea de alta calidad, pero sobre todo, que promueva la incorporación de personal especializado en las empresas y se destinen recursos públicos crecientes para, entonces, detonar la inversión privada y potenciar esta alianza, porque un desarrollo tecnológico competitivo no se puede fincar si no existe conocimiento básico de frontera como el que se encuentra en los centros públicos de investigación e instituciones educativas, es decir, investigación que arroje nuevos conceptos y hechos pertinentes para un desarrollo social y económico sostenido.

La innovación no es sólo un proceso creativo y de imaginación; es un nuevo esquema socio-organizativo que cambia estilos de vida de las personas, de operación de los gobiernos, de producción en las empresas, y que es parte de la nueva economía.

De hecho, Ciencia y Desarrollo tiene un compromiso de innovar en su proceso de elaboración de contenidos para ofrecer una visión que responda al reto de innovar para sus lectores; esperamos que así sea y que usted lo aprecie en futuras entregas.

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