El doctor Ariel Álvarez menciona que, en la parte nutricional, estos organismos no tienen diferencia alguna con los productos convencionales o los orgánicos, y que los beneficios por el uso de transgénicos son –en su mayoría y hasta la fecha– para el productor, quien ya no requerirá invertir en plaguicidas con el fin de garantizar la seguridad de su cosecha, por ejemplo.
“Si un productor tecnificado –que genera entre 10 y 12 toneladas de maíz– usa semilla transgénica, va a disminuir significativamente sus costos en plaguicidas, pues la planta será tolerante a ciertos insectos… otro beneficiado será el trabajador del campo, quien ya no estará expuesto a estos químicos, los cuales pueden dañar su salud y, además, se beneficia el medio ambiente al reducir la contaminación derivada del uso de productos químicos en el campo.
“Desde el punto de vista nutricional, los productos transgénicos son idénticos para el consumidor, aunque podría haber un beneficio indirecto en la salud, particularmente, en el caso del maíz mexicano, el cual es afectado por aflatoxinas –toxina cancerígena producida por un hongo transportado por los insectos–. si se usara semilla de maíz transgénico, al ser ésta resistente a plagas, no habría daño por el hongo, y los niveles de aflatoxinas en el maíz almacenado disminuirían considerablemente”. |
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