Los compuestos aromáticos conforman un grupo amplio de moléculas orgánicas que contienen anillos cerrados de átomos de carbono. El benceno es un ejemplo de un compuesto aromático; a partir de éste, mediante transformaciones químicas, es posible originar muchas otras moléculas aromáticas. Un número importante de los compuestos químicos producidos industrialmente son de tipo aromático, entre ellos se encuentran conservadores de alimentos, perfumes y colorantes. Los métodos químicos tradicionales para producir compuestos aromáticos incluyen la utilización de disolventes como benceno, tolueno y xileno, provenientes de fuentes no renovables como el petróleo, por lo que pueden ser costosos, además de generar problemas de contaminación. debido a esto, es deseable contar con tecnologías alternas no dependientes de dicho hidrocarburo y más amigables con el medio ambiente.
Por otro lado, la mayoría de las bacterias tiene la capacidad natural de sintetizar algunos compuestos aromáticos, entre ellos, los aminoácidos aromáticos: fenilalanina, tirosina1 y triptófano, lo cual abre la posibilidad de aplicar la ingeniería metabólica para incrementar la capacidad de síntesis de este tipo de compuestos y generar tecnologías sustentables para producirlos.
Por ejemplo, con la aplicación de la ingeniería metabólica, ha sido posible modificar la bacteria Escherichia coli (E. coli) para convertirla en productora de fenilalanina, empleando el azúcar glucosa como materia prima; a su vez, la fenilalanina puede ser convertida en:
-» 2-feniletanol (2-PE), un compuesto con olor de rosa empleado en la industria de los alimentos y en la fabricación de perfumes y cosméticos. Su producción mundial se estima en 7 mil toneladas al año.
-» Aspartamo, un edulcorante potente, entre 160 y 180 veces más dulce que el azúcar (sacarosa). Su producción anual es de aproximadamente 11 mil toneladas, y es adicionado en bajas cantidades como edulcorante, a los alimentos de bajo contenido calórico o light. Abarca un amplio mercado internacional y sus ventas anuales son estimadas en 1,500 millones de dólares estadounidenses.
Otro compuesto aromático de importancia industrial es el triptófano, a partir del cual, se puede sintetizar el indol (precursor del azul índigo), colorante para telas, derivado del petróleo, muy usado en la mezclilla, cuya producción anual se calcula en 13 mil toneladas. En contraposición, investigaciones recientes en el terreno de la ingeniería metabólica han permitido generar cepas modificadas de la bacteria E. coli con capacidad para sintetizar índigo a partir de glucosa.
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