¿Quién no ha escuchado los términos Sociedad de la Información y Era del Conocimiento? ¿Quién no habla del poder y la fama de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) y de la internet? En los últimos años hemos sido testigos de la popularidad de estos temas, tanto en los medios de comunicación, como en el quehacer académico y en los planes y trabajo de empresas, organizaciones y gobierno.
No obstante la omnipresencia de estas cuestiones en la mente de todos, aún no comprendemos su verdadero impacto en nuestra sociedad y en nuestras vidas. Es más, para nuestro país, la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) es antes un referente y una aspiración que una realidad notoria y distinguible. Si argumentáramos que de cualquier manera todos los mexicanos somos parte de la celebérrima SIC, nuestra profunda
brecha digital nos haría miembros no privilegiados de dicha sociedad.