Un requisito básico debe ser la curiosidad innata; la capacidad de preguntar ¿por qué?, debe estar siempre viva en un investigador, tan intensa como es la curiosidad de los niños, es así como se refleja su interés y su necesidad de aprender.

Para ser un científico no se precisan capacidades psicológicas especiales, aunque se debe tener valores y virtudes, los cuales se cultivan en los estudiantes de todos los niveles: entusiasmo, perseverancia, imaginación, concentración, intuición, organización, ética y cultura.

La comunidad científica acepta como miembros a aquellas personas que desarrollan investigación de calidad y publican constantemente los resultados de sus pesquisas. El oficio de investigar exige mucha responsabilidad, es un trabajo arduo que requiere tiempo completo; es un campo lleno de obstáculos y, por ello, muy competitivo.

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