El término software libre es, para muchos, hablar de un juego de hackers adolescentes, de poca seriedad y profesionalismo; otros consideran esta opción como algo irrelevante para entornos serios, una forma de obtener aplicaciones gratis y clones de calidad dudosa. Para muchos más, es un término desconocido y no bien entendido.
La realidad es que el software libre (SL) es, además, una forma de adquirir aplicaciones, de obtener herramientas con posibilidad de personalización, modificación y estudio; lo que las opciones propietarias no ofrecen. Si dejamos de lado los mitos y malentendidos que se han formado alrededor del SL y profundizamos un poco en su definición, sabremos que el término libre no significa gratis y cuáles son las características que lo definen.
Al enumerar las cuatro libertades del sl:
Libertad para ejecutar el programa en cualquier sitio, con
cualquier propósito y para siempre.
Libertad para estudiarlo y adaptarlo a nuestras necesidades
(lo que exige el acceso al código fuente).
Libertad de redistribución, de modo que se nos permita
colaborar con vecinos y amigos.
Libertad para mejorar el programa y publicar tales mejoras
(también exige código fuente).
|Encuentre la información completa en la versión impresa de Ciencia y Desarrollo, diciembre de 2006|
*Consultor de Innovación Gubernamental en INFOTEC. Estudió economía y relaciones internacionales en el ITAM. Es miembro de The Information Architecture Institute y articulista de Wikipedia en español.