Las personas pueden estar realizando sus actividades cotidianas en el patio o en una casa pequeña sin un buen sistema de aire acondicionado, incluso, simplemente estar
caminado por las calurosas calles de Mexicali y sufrir el golpe de calor. Inicialmente se experimenta un malestar general, una incomodidad asociada a una sensación psicológica de calor, seguida de náuseas y, en ocasiones, vómito; el cuerpo es invadido por una sensación de cansancio que poco a poco disminuye la actividad física al grado de llegar a impedir la movilidad para ir a tomar agua o pedir ayuda; posteriormente, se presenta fiebre (temperatura rectal superior a 41 °C), la piel se pone caliente, roja y seca por ausencia de sudoración; repentinamente, el pulso se debilita y se hace más rápido, pudiendo llegar hasta 130 pulsaciones por minuto. La respiración es rápida y difícil, asociada a dolor de cabeza; en este momento el paciente prácticamente está perdido, pues ha empezado a cocinarse. La conciencia se obnubila, se sufre desorientación y alucinaciones, lo que provoca un
comportamiento irracional, pérdida de la conciencia, estado de coma y, finalmente, la muerte. |
 |