En láseres de fibra óptica, la fuente de bombeo está integrada por barras de diodos láser de semiconductor que se acoplan a una o a las dos caras de la fibra óptica. El reto es inyectar la máxima cantidad de energía de dicha barra de diodos al revestimiento de la fibra, el cual a su vez debe iluminar con la mayor eficiencia posible el núcleo dopado de fibra óptica.
Un núcleo situado perfectamente en el centro de una fibra de geometría circular no es lo más adecuado, ya que en realidad son pocos los rayos (meridionales) que pasan por el eje de la fibra. Para mejorar la eficiencia de bombeo, es necesario introducir alguna asimetría, por ejemplo, formas geométricas no circulares para el revestimiento; además, el uso del concepto de doble revestimiento es clave para mejorar la eficiencia del láser de fibras ópticas. Por lo general, el primer revestimiento guía la luz láser generada, mientras que el segundo revestimiento conduce la luz láser de la fuente de bombeo. La figura 1 muestra el esquema básico de un láser de fibras ópticas.
El diseño de la fibra incluye una sola forma de operación (monomodal) con núcleos mayores grandes (30–50 μm de diámetro), lo que permite la reducción de efectos no lineales. En la figura 2, se expone una técnica para mejorar la absorción de la bomba mediante doblez periódico en la fibra.
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