Todo objeto de estudio
se puede constituir en la búsqueda
de una cuadratura, pero ninguna ha resultado
ser tan extrema como la del círculo,
en la que se concentra el afán
por encontrar –con más
ilusión que razón–
un área circular exactamente
correspondiente con el área de
un cuadrado; inquietud intelectual que
no parece haber tenido una finalidad
práctica, no obstante haber surgido
hace cerca de cuatro mil años,
entre los matemáticos babilonios
y egipcios.