Para llevar a cabo su propio negocio, pero en mejores condiciones, los empresarios conectados con el sector de la construcción podrían participar en ese fin mediante contrato de adhesión aportando -siempre en especie y a título de inversión- una parte de sus respectivos giros para construir a cabalidad, semestre a semestre y en programas quinquenales, la infraestructura hábitat comprometida. De esta manera asegurarían el retorno de su inversión, al precio, plazo, e intereses pactados
(cuadro 1).

Los 50 mil trabajadores adquirentes del primer programa quinquenal conocerían, con absoluta certidumbre, en cuál de los 10 semestres habrán de recibir las llaves de la vivienda que cada uno haya seleccionado; lo mismo ocurriría con los 200 mil adquirentes del segundo programa, los 250 mil del tercero, etc. Cada año se abriría un nuevo programa y, simultáneamente, habría cinco en operación. Aún así, resolver este gran pendiente nacional tomaría de 10 a 12 años.

En su arranque, CEDEVISA operaría un sistema de ahorro y prehipotecas a los cuales accederían quienes perciban de tres a 21 veces el equivalente del salario mínimo, muchos de los cuales podrían calcular para qué año querrían tener su vivienda. A quienes lo requirieran, se les apoyaría con formación personal de cultura de ahorro para evitar que alguien se viera afectado por fraude y pérdida de tiempo. El trabajador -del sector público o del privado- resolvería por el fin (sin sorteos ni subastas) su necesidad de vivienda. Los mecanismos para adjudicar las viviendas a los trabajadores, y los locales o instalaciones de equipamiento urbano a los terceros interesados, habrán de ser diseñados por especialistas de la organización CEDEVISA, definiendo con precisión la estructura operativa de los mismos.

El gobierno federal estaría en mejor posibilidad de analizar la conveniencia de concentrar sus limitados e insuficientes recursos para continuar atendiendo con sus organismos oficiales la necesidad de vivienda de los más pobres. El empresariado, a través del fin, tendría una fuerte participación, al ocuparse de la necesidad de los menos pobres y de la clase media.

Por la innovadora cadena de inversión que se plantea, los tres niveles de gobierno reconocerían la participación de CEDEVISA, porque complementaría y fortalecería su respectivo cometido de obra gubernamental y social.