Arquitectura
La forma de un meristemo es parecida a la cima de una montaña –desde luego, vista a través de un microscopio– ya que a simple vista no es perceptible, pues se trata de una estructura muy pequeña que, comúnmente, se encuentra recubierta por hojas jóvenes y organizada en capas celulares, así como en zonas de células.
La capas participan coordinadamente en la formación de órganos y en la zona central se localizan las células madre del meristemo; en los extremos de éste, se forman estructuras conocidas como primordios ( figura 2), donde se localizan las células que darán origen a las hojas de una planta.
Cabe mencionar que la estructura de los meristemos del ápice 2 del tallo, varía según el tipo de planta; por ejemplo, en la arabidopsis (una planta pequeña utilizada como modelo de estudio en el campo de la investigación científica) crece a la manera de una espiral cuando desarrolla los primordios, mientras que en plantas como el maíz y el arroz, el meristemo no tiene una forma especifica.
Los meristemos de la raíz, por su parte, dan lugar a las estructuras subterráneas de la planta y también se divide en capas celulares ( figura 3 ). |