Sistema
de medición
El microelectrodo inmerso en la solución
puede generar una corriente eléctrica debido
a una reacción electroquímica. La
corriente eléctrica generada se mide con
un potenciostato (instrumento muy similar a una
fuente de poder eléctrica que aplica voltaje
al microelectrodo y, además, sirve para medir
la corriente que pasa a través de éste).
Existen modelos comerciales muy sofisticados de
potenciostatos, aunque algunos son fabricados (con
ciertas limitaciones, en comparación con
los comerciales) en los laboratorios que lo utilizan.
Obtención
de imágenes con el MBE
Para obtener imágenes, el microelectrodo
se aproxima a la superficie del material bajo estudio.
La superficie puede ser un metal, una interfase
líquido/líquido o la membrana de una
célula. La cercanía del microelectrodo
con la superficie produce cambios en la corriente
medida. La corriente puede aumentar o disminuir
a partir del valor constante. Disminuye cuando el
microelectrodo se aproxima a una superficie inerte
o aislante. La razón es que el acceso de
iones al microelectrodo se dificulta en el pequeño
espacio que queda entre el sensor y la superficie,
ocasionando una caída de corriente hasta
prácticamente cero. Por otro lado, si la
superficie es conductora la corriente aumenta debido
a una regeneración de los iones en la superficie
conductora del objeto de estudio.
Por lo general se estudian materiales o superficies
con regiones conductoras o aislantes y, como consecuencia,
se tienen variaciones de corriente en el microelectrodo
que depende de su posición. Así es
como se obtienen los datos de posición y
corriente que pueden ser trasladados a gráficas
tridimensionales o de contorno, obteniéndose
así una imagen que delata las regiones aislantes
o conductoras del material. Aunque existen algunos
modelos comerciales, este tipo de microscopios suelen
ser ensamblados en los laboratorios. Las imágenes
que se obtienen proporcionan información
de la conductividad localizada o actividad electroquímica
de un material.